domingo, 1 de mayo de 2016



LA LUTERANA


En la ciudad de Loja  se atemorizaba a los niños callejeros y a las parejas  que deambulaban por las noches con la luterana.
La luterana era una mujer que se ocultaba detrás de los cercos de los sembríos de la ciudad de Loja espiando a sus víctimas nadie podía verle el rostro ya que vestía un atuendo que era completamente negro por ello su nombre luterana. Bajo de su manto llevaba un puñal y lo clavaba sin piedad en los amantes que se ocultaban en los callejones para sus escenas de amor.
Palmira como era su verdadero nombre, se presume que provenía de algún cantón de la provincia de Loja y era muy bella y fue  invitada a las mejores fiestas y en una de ellas conoció a José Javier del cual se enamoró perdidamente. Después de su amor que al parecer no tenía fin. Cierto día en una de las fiestas  de sociedad José Javier llego de la mano de otra muchacha que había regresado del exterior la cual había sido la novia oficial de José Javier, en ese momento Palmira acepto esto con mucho dolor marchándose de Loja todos preguntaban por ella y decían que se marchó a quito lo que no contaban es que Palmira luego de dicha decepción amorosa se desquicio completamente y la internaron en un manicomio esto la llevo al profundo envejecimiento que a su corta edad de 35 años tenía el aspecto de una mujer de 70 años.
En el transcurso de su estadía en dicho lugar, Palmira mostraba un cuadro clínico aparentemente bueno y le dieron el alta. Ella regreso a Loja a vivir con su familia a la que había descuidado por mucho tiempo aquí retomo su vida, como de costumbre todos los domingos acudía con sus familiares a la iglesia pero ella no sabía que iba a reencontrarse con el hombre que la llevo al borde de la locura. Y ahí estaba José Javier y su bella esposa los dos muy elegantes. En ese momento Palmira se lanzó hacia ellos atacándolos sus parientes lograron detenerla y entre la multitud gritaban: “Llamen a la policía!!” entonces Palmira reacciono y huyo sin dejar rastro alguno.
Desde entonces comenzó a aparecer detrás de los cercos aquella figura que por su vestuario mencionado anteriormente se la conocía como la Luterana. Solo aparecía por las noches y se lanzaba como una fiera contra las parejas que buscaban los callejones para sus citas de amor y con su puñal los traspasaba sin compasión, luego huía con una malvada risa que muchos pensaban que eran aullidos.
Esto se volvió un caso imposible para la policía ya que después de analizar el caso decidieron encubrirse en dicho operativo decidieron simular una escena de amor y uno de los policías se disfrazó de mujer, acudieron a un callejón pero la primera noche la luterana no mostraba rastro alguno, no se dieron por vencidos ya pesar de las burlas al siguiente día volvieron con esperanzas de que esta vez si apareciera. Llegaron al lugar y al estar una hora ahí sintieron que alguien se acercaba hacia ellos lentamente  y uno de los policías logro ver el brillo del cuchillo de la luterana, y le grito diciendo:
-          “Si eres alma de otra vida…aléjate”
-          Y si eres una persona… acércate
La luterana no contesto y se acercaba a matarlos pero uno de ellos le disparo hiriéndola de gravedad dicho disparo la llevo a la muerte .Toda la ciudadanía acudía a la morgue para ver quién era dicha mujer, pero solo sus familiares la pudieron identificar ellos le dieron cristiana sepultura terminando así el legado de terror  que había sembrado en la ciudadanía.


(Valdivieso, 1990)

Bibliografía

Valdivieso, T. M. (1990). Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja . En T. Mora, Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja (págs. 143-151). Loja: No tiene.



DEVUÉLVEME MIS TRIPAS


 

Juan Pedro era un niño de once años, este niño era huérfano y al momento que se habían muerto sus padres lo dejaron con su abuela que se llamaba Micaela, esta señora era viuda  muy prestigiosa en aquella ciudad debido a que preparaba una de las mejores chanfainas de aquella época, la preparaba lavando muy bien las tripas, el corazón y todo lo que provenía del cerdo y luego las cocinaba y les agregaba todo para que quede muy deliciosa y que les compren en esos tiempos, desde las 4 de la tarde ella comenzaba su recorrido con su nieto, casa tras casa vendiendo la deliciosa chanfaina y Juan Pedro llevaba el canasto donde estaba la chanfaina, todos los días realizaban esta actividad, desde muy temprano Juan Pedro se encargaba de ir a comprar la menudencia y luego la abuelita se iba y la lavaba en el río para luego irla a preparar, Juan Pedro se iba al colegio desde muy de mañana y luego volvía y la abuelita estaba preparando  la chanfaina, luego volvía a la escuela y al momento de regresar se cambiaba y se iban a vender la comida.
De esta manera transcurrieron los años, y Juan Pedro iba creciendo constantemente y empezaron los peligros y las tentaciones, el sueño se le iba quitando y se empezó a meterse en mente lo que sus compañeros decían, la abuelita pensaba en meterlo a la universidad pero le habían mejor recomendado meterlo en un centro artesanal para que tenga un oficio y le sirva de ayuda a su abuelita, sus amigo lo incitaban a Juan Pedro a que se vaya a los juegos por la noche, a jugar naipes y a pegarse algunos tragos, pero él decía que no tenía dinero porque tenía que seguir ayudando a su abuela con el trabajo.
Un día se le ocurrió algo:
-Me quedare con una parte del mondongo y al siguiente día le pidió al pelador de chanchos que le diera un poco menos de lo que le daba, y el señor preguntó

-Qué te pasa muchacho, acaso está malo el negocio.
-Así se ayer se perdió un buen poco de chanfaina que la gente ya no compró
-El señor dijo que lastima muchacho, no sé qué estará  pasando  porque la chanfaina antes a doña Mica le faltaba antes que sobrarle porque su chanfaina es para chuparse los dedos.
-EL muchacho dijo no sé bajando la mirada para ocultar la mentira, y cambiando el tema de la conversación le pidió que le despachara pronto porque se atrasaba de ir a la academia
-El señor le dijo que está bien, aquí está lo que me has pedido.
Eso fue el comienzo de todo esa misma noche la abuela se había acostado pronto porque decía que el primer sueño era el mejor, luego de esto el muchacho salió sigilosamente para reunirse con sus amigos para jugar naipes y tomarse unos tragos, un amigo le dijo, por fin te libraste de las polleras de tu abuela, y todos los amigos se rieron muy fuertemente, luego de esto Juan Pedro entró al juego, con lo cual le decían que gaste y gaste más dinero.
Transcurrió algún tiempo y la abuelita de Juan Pedro notaba que cada vez le llevaba menos mondongo el muchacho, pero el muchacho se disculpaba diciéndole que había subido el precio, llegó un tiempo en que ya no le alcanzaba el dinero y las apuestas lo tenían acosado, entonces él había oído decir que el mondongo del ser humano es casi parecido al del cerdo entonces se armó de valor para ir a ver un cuerpo que habían enterrado esa misma tarde, una noche en vez de irse a la cantina se fue, llegó al lugar y se iba arrepentir de su macabro plan pero se acordó de todo lo que debía entonces se armó de fuerza y valor y fue a buscar el cuerpo, le fue fácil abrir la tumba y con el cuchillo que llevaba le abrió y le sacó todo el mondongo y lo guardó en su bolsa de costumbre, en ese momento le dio ganas de desmayarse por la intensidad del olor, también sudaba frío pero alcanzó a cerrar la tapa de la tumba y salió corriendo a casa en donde puso la funda a un lado de su cama.
No le fue fácil conciliar el sueño, pero lo logró luego de unos minutos escuchó una voz que decía
-¡Devuélveme mis tripas! ¡Devuélveme mis tripas!
El corazón casi se le paraliza pero pensó que solo era un producto de su imaginación y siguió acostado, luego de un momento escuchó:
- Ya estoy llegando a tu casa…. ¡Devuélveme mis tripas!
El muchacho dijo asustado que es esto debe ser que estoy escuchando mal, pero la voz se iba acercando cada vez más y más y esta vez le gritaba:
-Ya estoy en tu puerta ¡Devuélveme mis tripas!

Juan Pedro se envolvió entre las colchas y se puso como un ovillo en la cama. Pero entonces sintió que alguien se le lanzaba sobre él y le dijo
-¡Ya estoy aquí infeliz….! ¡Devuélveme mis tripas! ¡Devuélveme mis tripas! ¡Devuélveme mis triiiiiiiiiiiipas! El muchacho dio un salto de la cama y se despertó mascando espuma.

Había sido una pesadilla que tuvo Juan Pedro, pero no pudo sobrevivir sino contadas horas para narrar lo sucedido, ya que había muerto por un ataque cerebral, prefiero llorarlo así antes que en una cárcel, contaba la abuelita de Juan Pedro, el pueblo quedó horrorizado al oír lo que había sucedido pero luego de esto el pueblo nunca volvió a comer la deliciosa chanfaina de doña Mica, ya que esta nunca más la volvió a preparar, la abuelita murió varios años después en un acilo de ancianos donde permaneció el resto de su vida rezando y pidiendo por un crimen que no había cometido.

(Valdivieso, 1990)

Bibliografía

Valdivieso, T. M. (1990). Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja . En T. Mora, Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja (págs. 115-122). Loja: No tiene.

sábado, 30 de abril de 2016



Apuesta con el diablo





Luis, llamado el "chontillo", era un niño que tenía una habilidad espectacular en las piernas para correr porque era demasiado veloz, desde que su padre había muerto a el le tocaba trabajar de lustrabotas para poder ayudarle a su mamá con la comida de cada día pero el se encontró un nuevo vicio los naipes, durante 3 años le llevaba completamente el dinero a su mamá de lo que lustraba botas, pero luego al meterse con una pandilla de muchachos de lustrabotas cada vez le llevaba menos y menos dinero, tanto que ya no le ponía empeño al trabajo y solo pasaba apostando.

Así llegó el día en que se le acabó el dinero y no tenía más para llevarle a su mamá, y como el sabía que sino le llevaba dinero a su mamá  se iba a ganar una gran regañada. Entonces el decidió abandonar la casa, por las noches dormía en cualquier rincón con su caja de lustrabotas, y por el día trabajaba para alcanzar algo para comer, y lo demás lo utilizaba en las puestas de los naipes por las noches, llegó el día en que no le quedaba dinero y sus amigos decidieron separarlo del grupo y no quisieron saber más de él.


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Furioso y despechado, y con mucha hambre fue a un rincón para poder dormir y como de costumbre su mamá le había enseñado a hacer la señal de la cruz, pero antes de hacer esto el dijo: ya se !Al diablo¡ ¡Al diablo le voy a pedir ayuda!, en ese mismo instante apareció una figura vestida de negro, y que emanaba un olor a azufre y le dijo: muy bien jovencito que es lo que quieres, el chico contestó rápidamente quién eres tú, el respondió soy el diablo y tu me has invocado para ayudarte en algo dime cuanto quieres y te lo daré inmediatamente a cambio de tu alma, el muchacho muy asustado, realizó la señal de la cruz , acto seguido se oyó una fuerte carcajada y el diablo desapareció dejando a el lugar con un olor a azufre.

El chontillo muy asustado por lo que había se fue a otro rincón para poder conciliar el sueño pero ni siquiera haciendo esto se pudo ir a dormir, desde ese día se propuso trabajar honradamente y que cuando estuviera en condiciones volvería ala casa con su madre, pero esto solo le duro unos pocos meses antes de que le volviera la tentación del juego, entonces el muchacho volvió con los amigos pero esta vez más convencido que nunca el realizaba unas apuestas elevadisimas y su deuda iba incrementándose cada día, en su subconciencia tenía la oferta que le había hecho el diablo, un día viéndose que ya no tenía para seguir apostando fue al mismo lugar donde había invocado al diablo y en ese rinconcito se fue a acostar y dijo: ¡Satanás! ¡Satanás!,  en ese preciso momento apareció la misma figura de aquellos días y le dijo
-¿Qué quieres? ¿Para qué me has llamado?
El muchacho titubeó por un momento, le costaba rendirse y entregarle su alma al diablo entonces se le ocurrió una idea:
-¿Qué te parece si hacemos una apuesta?
LA apuesta consiste en que tu me darás todo el dinero que quiera para vivir a lo grande durante un año. Luego nos encontramos en la plaza en la cual correremos hasta llegar al cementerio el primero que llegue ganará la apuesta, si tú ganas yo te daré mi alma y en ese mismo instante me abrirás las puertas hacia el infierno, pero si yo gano la apuesta quedará pagada, y si cualquiera se retira pierde la apuesta, ¿aceptas?.
El diablo con mucha satisfacción aceptó la apuesta dejando caer una bolsa llena de monedas  y desapareció dejando el mismo olor a azufre. El chontillo recogió la moneda y al día siguiente, alquiló un departamento en el cual hizo un agujero en el piso y guardó la funda de monedas, y lo utilizó para todo lo que tenía que hacer, ya que la funda que le regaló el diablo nunca se acababa el dinero, los amigos al ver que chontillo tenía mucho dinero sospechaban de algo pero no les importó, ya que además de hacer apuestas enormes, también se aprovecharon para que pagase todos los costos que ellos tenían, chontillo no era feliz porque el seguía contando las semanas, los días, las horas y los minutos para encontrarse de nuevo con el diablo y correr 

Al fin llegó el día tan esperado por el diablo el momento de la carrera, el diablo se reía al ver que chontillo pensaba en ganarle la apuesta, justo cuando se cumplió el año a las doce de la noche se encontraron los dos extraños amigos.
-Muy bien jovencito dijo el diablo, ¿cuáles son tus últimas condiciones?
-No han cambiado dijo el chontillo con una voz de miedo y temor, agregó: señala tú el sitio exacto del cementerio y el que llega primero gana, el que llega después o se retira pierde la apuesta.
- ¡veo que cumples! dijo el diablo, llenó de satisfacción y dijo: en el cementerio junto a la tumba Nº14 del bloque central, se encontrará encendida una hoguera , las puertas del cementerio estarán abiertas ahí nos encontraremos, da tú la señal de partida...


- Uno...Dos...¡tres! , en ese mismo instante el chontillo salió disparado hacia el cementerio.

El diablo no necesitaba correr ya que iba volando en el aire e iba muy adelante del joven muchacho y se reía al verlo que el corría como loco, en el cementerio había una cruz de piedra grande entonces chontillo la abrazó y dijo : ¡Jesús ten piedad de mí! . En ese mismo instante el diablo al oír estas palabras, no pudo resistir y huyó dando terribles alaridos y dejando el lugar lleno de humo de la hoguera que estaba encendida junto a la tumba Nº14 y que se apagó tan pronto el propio demonio desapareció por ella.

Así el diablo perdió su apuesta, y el joven Chontillo volvió a casa de su madre pidiéndole perdón por sus malos actos y por sus desvíos y desde entonces fue un muchacho bueno y correcto.

(Valdivieso, 1990)

Bibliografía

Valdivieso, T. M. (1990). Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja . En T. Mora, Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja (págs. 109-115). Loja: No tiene.

viernes, 8 de abril de 2016

LEYENDAS DE LA HISTORIA LOJANA

Introducción

En este blog hablaremos sobre todas las leyendas que han ido generando mucha intriga, y nos han dejado con ganas de saber que en realidad pasó en aquellos tiempos, algunas de las personas que las han contado dicen ser ciertas, pero nosotros no podemos asegurarlo porque solo hemos escuchado y no hemos visto, a partir de ahora les dejo unas historias muy interesantes que les ayudarán a conocer un poco mas sobre Loja y sobre las diferentes partes que existen en nuestra pequeña pero acogedora ciudad.



El caballero de las espuelas de Oro




En este momento hablaremos sobre un relato que causó mucha admiración, al saber lo que paso en esos tiempos la historia se puede decir que fue por el barrio Los Molinos donde ocurrió este suceso muy trágico.

Trata sobre una señora que trabaja de empleada limpiando o aseando casas por todo Loja y lo llevaba a su pequeño hijo, ella se había enterado de que había una familia que necesitaba limpieza muy seguidamente, ya que todas las noches realizaban fiestas donde bailaban, tomaban y ensuciaban mucho la casa.

Un día ella se fue a solicitar trabajo en esa casa y en esta la habitaban una chica, ella organizaba todas las fiestas que habían en su casa, la señora trabajaba muy felizmente en esa casa y lo llevaba al hijito ya que no tenía donde dejarlo, pasaron las semanas y ella ya casi no soportaba las fiestas que existían en la noche. Una noche en una fiesta que realizó apareció un señor que era muy alto de pelo rubio y guapo, el chico hablaba con la chica de poder asistir a esas fiestas todas las noches y la chica muy gustosa acepto.

Pasaron los días y el señor asistía a todas las fiestas que la chica hacía, una noche en la que estaba la sirvienta con el hijo en la fiesta ya que este no se había ido a dormir, se quedó, pero el niño salió a ver un rato la fiesta y todo era alegría, hasta que el niño como era muy observador vio que al momento de zapatear el piso salían espuelas y chispas del piso, el niño fue corriendo donde la mamá y le dijo:

-!Mamá al señor que esta bailando le salen chispas del piso¡, la señora le dijo al niño que estaba demasiado loco y con sueño, y le dijo que se fuera de ahí, luego de esto el niño se volvió a acercar a la fiesta y lo vio de nuevo.

En ese instante vio que le estaba saliendo una larga y de un ancho grosor, el niño le volvió a decir a la mamá, al señor le esta saliendo un cola muy larga!!, la señora le dijo que vaya a dormir y que no la molestase, luego el niño volvió a salir y lo vio al señor le estaban saliendo cachos de la cabeza, y le fue a decir a la mamá que vaya para ver lo que estaba sucediendo, y al momento de salir vio todo lo que el hijo le estaba diciendo los dos muy asustados empezaron a rezar y el señor empezó a zapatear mucho mas duro y decía: !Que se te hunda¡ !Que se te hunda¡ y todos repetían lo mismo, la señora y el hijo salieron corriendo y al momento de salir de la casa vieron como se hundía la casa, como si hubiese habido un terremoto.



Luego la señora se dio cuenta de que el señor que todas las noches iba a bailar en la casa no era mas y nada menos que el diablo, y luego le dio gracias a Dios por cuidarla de todo lo malo y salvarla a ella y a su hijo...


(Valdivieso, 1990)

Bibliografía


Valdivieso, T. M. (1990). Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja . En T. Mora, Relatos. Cuentos y Tradiciones de Loja (págs. 173-183). Loja: No tiene.